Después de mucho tiempo de ausencia es que emprendo una vez más un
viaje a través de los textos del maestro Honorio Delgado. Esta vez, acogiendo las
palabras del doctor Grover Mori sobre el texto “Enjuiciamiento de la Medicina
Psicosomática” e influenciado por las mismas; es que elaboré esta reflexión en
base a un problema de tal envergadura, que hasta nuestros tiempos es un tema de
continua discusión y análisis: la relación anímico – corporal y los problemas
que se hallan en dicha asociación.
La relación psicofísica, que representa el vinculo entre lo orgánico
y lo anímico, es un enigma de difícil dilucidación. Además de ello, interviene
ciertamente en lo mas profundo en todos aquellos factores que están
relacionados con el origen y la manifestación del estado patológico del
paciente. Siendo esto cierto, surge una problemática esencial dentro del ámbito
clínico, que muchas veces depende del observador y es el hecho de una falta de
reconocimiento del problema real con relación a lo anímico y lo corporal. Otra
problemática añadida es el hecho que hay un constante problema entre los
médicos de reconocer el real problema de la relación anímico – corporal. Y es
que existen un gran grupo de defensores de las teorías organicistas la cual
promueve el concepto de que el alma es prolongación del cuerpo y que por lo
tanto, el cuerpo y el alma son uno solo. Otro grupo de médicos tienden a
desconocer el problema con el argumento de que no hay elemento “físico” o
“psíquico” en si, sino personas, y que lo físico y lo psíquico son hechos de
segundo orden. Tanto la totalización de una parte del individuo como la
generalización del mismo, caen en una suerte de monismo, y genera tendencias
cegadoras para aclarar las “diferencias cualitativas” de los fenómenos de la
experiencia, que sin estos el conocimiento científico – médico no se hace real.
Durante siglos, el hombre consternado por esta hesitación, es que
propone teorías que más o menos tratan de explicar la diferencia entre lo
anímico y lo corporal, además de su influencia en el ser humano. Inicialmente
la teoría clásica abarcaba dos probables explicaciones para la comprensión de
dicho fenómeno: los efectos recíprocos y el paralelismo psicofísico.
En la teoría de los efectos recíprocos, lo mental y lo corporal se
influyen mutuamente, sin embargo; al hablar de interrelación entre ambas es
intentar añadirle materialidad al alma yendo en contra de las esencias mismas
de esta ultima.
Por otro lado, el paralelismo psicofísico, considera que el alma y
el cuerpo son dos esencias distintas y correspondientes. Cada una de estas gira
en su propio eje. Pero, existe cierta fuerza, como una “mano invisible” la cual
correlaciona a ambas, buscando un criterio de simultaneidad. Pero lo que no esta del todo dilucidado es:
¿Existe un criterio de simultaneidad o más bien dos manifestaciones distintas
de una misma sustancia? ¿Hay influencia entre ambas? De algún modo esta teoría
sustenta su existencia en bases monistas. Y el problema fundamental de la
teoría del paralelismo psicofísico es quizás determinar cual de los dos es
primero ante un determinado acto, por ejemplo, ante la audición o la captación
a través de los sentidos. Hay un ejemplo que propone el maestro Delgado: “Las vibraciones que hieren a los sentidos
son acompañadas de algo psíquico, de modo que la percepción sería debida tanto
a este inimaginable psiquismo paralelo extrahumano cuanto a las vibraciones
mismas que excitan los órganos de los sentidos y que ambos se transmitirán por
los nervios y actuarían en el cerebro”. Entonces, aquí vendría a tallar lo
que en un inicio se planteaba: “¿Cuál de los dos es el primero realmente? ¿Son
los dos en simultaneo?” Aquí es donde la filosofía positiva entra en crisis
presentando justamente esta problemática, en donde la realidad empírica se
considera como un todo, donde se trata de definir lo indefinible, quitándole
carácter de infinito a lo definido, pues al definirlo hacemos lo infinito,
finito; perdiéndose criterio cognoscitivo de la realidad objetiva, limitándola
y haciéndola particular, eliminando el criterio universal (Jaspers).
Posteriormente Henri Bergson definiría su teoría del esquema
motor, en la que define que el cerebro se limita a traducir en momentos una
pequeña parte de lo que pasa en la conciencia. Postula Bergson, que quien
pudiese observar lo que sucede en el cerebro sabrá algo, aunque muy poco, de lo
que pasa en la mente, debido a que existen contenidos que se escapan o no son
aprehendidos por el observador, no por ineptitud, sino más bien se da como
aquel espectador que observa una pieza teatral en un idioma ajeno, desconocido,
para el propio espectador; siguiendo el ejemplo propuesto por el maestro.
Conociendo perfectamente el cerebro y la psicológica es posible
adivinar lo que sucede en el cerebro con un estado anímico determinado; pero es
imposible lo inverso, porque habría que buscar un mismo estado de cerebro para
diversos estados anímicos que podrían ser igualmente apropiados. Siguiendo esta
línea, es de sospechar que el cerebro ofrece los marcos de los cuadros
mentales, muy diferentes aunque parezcan similares entre sí. Por ejemplo, en la
percepción, por el cerebro sólo se explican las acciones iniciadas y realizadas
mas no las percepciones mismas. En el caso de voluntad, el cuerpo ejecuta
movimientos gracias a que el sistema nervioso lo permite que no esperan sino
una señal para activarse y realizar el movimiento, pero ni los órganos del
movimiento ni los movimientos empleados o elegidos son la elección misma.
Podemos ir infiriendo entonces que la actividad cerebral es a la actividad
mental como los movimientos de la batuta del director de orquesta son a la
sinfonía. Es de entender, que la vida psíquica va más allá de lo puramente
cerebral. Pero el cerebro cumple una función de interés para el facultativo ya
que extrae del alma todo lo que pueda ser realizable a través del movimiento y
se inserta en la realidad concreta, por lo que hace que la conciencia, los
sentimientos y los pensamientos permanezcan tensos sobre lo real, y por lo tanto
llenos de contenido eficaz hacen que este órgano singular se gane la
denominación del “órgano de la atención a la vida”. Para Bergson, un toxico
(por ejemplo) no altera el alma sino la inserción en las cosas.
El profesor Delgado en base de la teoría de Bergson, hace ciertas
descripciones en función a la memoria y los trastornos de la palabra, como
poniendo en funcionamiento la teoría. En los pacientes afásicos, existen
recuerdos que tienen el equivalente material en las neuronas. Si se eliminan
estas neuronas, por lo tanto se eliminan los recuerdos. Pero, por otro lado,
los pacientes con afasia aquellos recuerdos verbales que parecían estar
desaparecidos, surgen de forma brusca siendo las emociones su principal
gatillo, lo cual no acontecería cuando nosotros aceptamos el hecho de que:
“área cerebral destruida, recuerdo eliminado”. Todo lo contrario. Un paciente
afásico, en su intento desesperado por encontrar la palabra, da muchas vueltas
sobre su búsqueda, haciendo que en muchas oportunidades el recuerdo aflore mediante
el uso de múltiples palabras, haciendo entrar en una de ellas la palabra misma
que se buscaba. Por lo que, aquí lo que se compromete no es un mecanismo
cerebral, si no la facultad de hacer consciente un recuerdo esbozando de
antemano todos aquellos movimientos que si fuese consciente el recuerdo, estos
movimientos se prolongarían en acto, tal y como lo redacta el maestro.
Luego, en su ejemplo de las afasias progresivas, el maestro pone
en manifiesto un esquema interesante: las lesiones cerebrales en este caso son
progresivas, y a medida que se va agravando toma áreas de la expresión del
lenguaje más básicas, como los verbos. En cuestión a complejidad, a medida que
se avanza del verbo al nombre propio, se aleja más y más de la acción imitable,
y se hace búsqueda de artificios más complejos para simbolizar en movimiento la
idea expresada por la palabra que se busca. Por lo tanto, es justificado
entonces de que la actividad cerebral es como un extracto imitativo de la
actividad psíquica, según afirma el profesor Delgado.
Ahora bien, siguiendo esta secuencia, Bergson ante el
cuestionamiento del almacenamiento de los recuerdos, el plantea una respuesta
que va a acorde de que el recuerdo no es algo material o palpable sino que en
el proceso de cumplir su función de insertar nuestra actividad psíquica en la
situación real vivencial, saca de lo extraconciente mental lo que conviene a la
adaptación del momento.
En Bergson encuentra Delgado que la teoría propuesta de la
evolución motora tiene un valor potente y justificable en la comprensión de
sintomatología neuropatológica, como es el caso de las afasias. Sin embargo, la
teoría sería más copiosa en su aplicación si es que además de considerar los
elementos motores se complementara los elementos de la dinámica del individuo así
como también la fuerza autoplástica y reguladora del organismo, todo ello
encajando con lo que el maestro denomina “evolución creadora”.
Aquí es donde Bergson introduce el termino “élan vital”, o el
impulso vital, justificando el hecho de que cada organismo se prende de la
materia y tiende a introducir su influencia en ella. El impulso vital es lo que
le da a la vida una característica psicológica, que además de animación, genera
una pluralidad de relaciones, una gran cantidad de tendencias que son
exteriorizadas y diseminadas a través de que este impulso vital se coloque en
contacto con la materia.
Finalmente, para Bergson, cerebro y conciencia se corresponden
porque ambos sirven a la elección de que dispone el ser viviente, siendo la
actividad del organismo dirigida hacia el camino de la vida del espíritu. En
resumen, podemos concluir que la vida anímica según Bergson depende de manera
esencial y primaria del cuerpo y principalmente del cerebro, cuya compleja
estructura favorece o dificulta el ajuste del espíritu a la realidad, como afirma
Don Honorio Delgado.
Posterior a la teoría de Bergson, Delgado expone la teoría de
Klages. En Ludwig Klages hallamos que no existe un vinculo causal entre el alma
y el cuerpo, debido a que existe una suerte de unión simbólica, que es
comparable con el pensamiento con la palabra y la misma con la escritura. Pero
cabe recordar que tanto lo hablado como lo escrito es la “vestidura del sentido
espiritual de lo comunicable” (Delgado). El profesor Delgado señala que en esta
teoría es donde se halla contradicciones parecidas a las halladas en las
teorías clásicas.
En Walter Strich encontramos otra propuesta diferente. El ubica a
lo físico y lo mental en dos coordenadas: el eje de las abscisas que
corresponde a lo físico, y el eje de las ordenadas representa a lo psíquico.
Ello hace que se ubiquen ambos elementos como formas diametrales del mundo,
respetando su autonomía. Más allá del plano propuesto, lo importante de
comprender es que la forma trascendental es el tiempo y no el espacio, es el yo
y no la substancia, la determinación interior de aquellos vínculos con sentido
y no que los fenómenos ocurran externamente de acuerdo a una causa y un efecto.
Una de las ultimas teorías expuestas por Delgado es la holista. El
holismo es una concepción totalista y finalista de todo el acontecer biológico.
Desde el punto de vista de esta teoría, el hombre es un sistema totalitario,
cuyas funciones y propiedades se determinan a partir de la disposición y la
experiencia, según señala el maestro. Lo que se presenta como un fenómeno aislado
se configura como una “configuración objetiva con colorido subjetivo”. Lo
psíquico y lo somático, uno y otro son reacciones del organismo. Así, la
enfermedad es una alteración del organismo entero. Por lo que parar el
diagnostico de las enfermedades del paciente es necesario conocer la
personalidad del paciente y el tipo de disturbio que puede acaecer en el,
empleando no solo la averiguación en medios físicos y sino también en medios
psíquicos. La teoría de Goldstein, es decir la holista, va mas allá de
limitarse solamente a la experiencia sino que también busca los distintos modos
de expresión del ser.
Es evidente que ante todas estas propuestas nos queda algo por
decir, que finalmente y a manera de conclusión, el lector puede llevarse y es
que lo importante es determinar como es que se establece el vinculo entre las
diversas formas del ser (biológica, psicológica y espiritual), que en primera
instancia están unidas en el individuo, coexistiendo y constituyéndolo. Mucho
se ha hablado de la existencia del sujeto como cuerpo y mente, pero quizás es
importante mencionar el aspecto espiritual. Para Delgado, el ser espiritual es
comprensible por la palabra y por la posibilidad de afirmarse y realizarse a si
mismo en la conducta frente a la naturaleza, frente al mundo histórico de la
cultura y frente a las demás personas. Enfoque que nos permite comprender que
el significado de espíritu cae más por la capacidad de la persona de poder
responder a lo externo (en este caso, Delgado lo menciona como “naturaleza”),
de poder determinarse y poder trascender, no dependiendo de nada más que de su
conciencia misma. Además, eso hace ver al lector que siendo el espíritu la
capacidad de la persona de distanciamiento y trascendencia, de opción y
elección, es sin lugar a dudas el espíritu un núcleo que refuerza lo positivo,
lo sano, lo característico del sujeto, que permite que resilente pueda
anteponerse ante ciertas adversidades.
Concluyendo con Hartmann, Delgado hace hincapié a que dentro del
vinculo mente – cuerpo existe un problema metafísico que aun permanece
incognoscible mas no debiera ser ignorable. Es de mayor importancia en el campo
de la medicina para comprender aspectos biológicos y psicológicos del hombre
que resultaría catastrófico soslayar dicha problemática, pues caer en una
especie de monismo involucraría que una de las partes quede por encima de la
otra, alterando la armonía natural causal de la presentación del fenómeno en
si. Si el medico no es consciente, siguiendo las palabras del maestro, de la
complejidad del hombre en cuanto a su coexistencia como objeto y sujeto, el
entendimiento de los hechos tanto clínicos como biográficos de los pacientes
están más en riesgo de caer en lo ficticio que en lo real, por haber evitado
algo tan verdadero como es dicha problemática.