sábado, 17 de diciembre de 2011

Sobre Honorio Delgado y el Psicoanálisis

Hace ya un tiempo atrás, tuve la oportunidad de asistir a un simposio que hablaba acerca del trastorno bipolar. Entre muchas cosas interesantes que pude hallar en el programa, una de ellas fue una sesión dedicado exclusivamente a Honorio Delgado y su vínculo con el psicoanálisis. El maestro Delgado, con su gran intelectualidad y porte cognitivo, pudo entender mejor que nadie la vida y obra de Freud, e interpretarla de manera que lo convertirían a él como uno de los primeros psicoanalistas que existieron en América Latina. Pero, ciertas divergencias en la comprensión de las enfermedades mentales y sus tratamientos, llevaron a Delgado a divorciarse de tal teoría. Pero, ¿Cómo es que el maestro llegó a separarse de Freud y abrir camino a una nueva etapa en su historia con el interés de las obras de Jaspers y la psicopatología?
En primer lugar demos una mirada breve a la concepción del psicoanálisis hecha por S. Freud. Para Freud, al momento de concebir el psicoanálisis, el describió que la materia del psicoanálisis era la conciencia y su dinámica con el inconsciente (entendiéndose la conciencia como una realidad externa). Fue el mismo Freud quien definiría el carácter del psicoanálisis y ello atraería al joven Delgado hacia la primera década del siglo XX. Para Honorio Delgado, “el médico que no es filosofo, no es médico”, atribuyendo el carácter del médico como un buscador de la verdad y un buscador de teorías que intenten poder responderla. Hacia el año 1917, Honorio Delgado escribiría su tesis denominada “El Psicoanálisis” y la publicaría en el año 1918. Antes de la publicación de su tesis, hacia el año 1915, Delgado era un columnista en prestigioso diario del Perú, El Comercio. Dentro de sus artículos sobre el psicoanálisis, él trataba de enfocarse hacia la descripción de la teoría psicoanalítica. Pasaba el tiempo, y la comprensión e interés del maestro por el psicoanálisis llevaron a que Freud mismo desarrollase una amistad tal por Delgado que incluso en las correspondencias lo llamaría “querido amigo”, y sería considerado por el mismo Freud como el primer psicoanalista de Sudamérica quien lo practicó. Los trabajos de Delgados mostraban una advocación y un vínculo muy fuerte con el psicoanálisis. Tanto fue su vinculo, que dentro de las 92 obras que Honorio Delgado ha llegado a escribir, 54 de ellas eran obras basadas en el psicoanálisis y dentro de estas, solo 17 cartas son las que se tienen que Freud escribió a Delgado. Todo el periodo psicoanalítico de Delgado se basó específicamente en un autoanálisis crítico, y en la comprensión de la teoría psicoanalítica y la transferencia. Hacia el año 1920, el mismo Freud dentro de sus cartas consideraría a Delgado incluso mejor que Jung y Adler. Tanto fue la amistad que en el año 1926, el maestro escribiría una biografía de Freud y realizaría homenajes a Freud en el Perú.
Dentro de los primeros congresos que se realizaron del psicoanálisis, Honorio Delgado tuvo la suerte de conocer al mismísimo Sigmund Freud.  Freud, quien admiraba a Delgado por su interés y su manejo de la teoría psicoanalítica, lo menciono en 2 oportunidades en un texto sacado hacia el año 1923. Pero la amistad con el psicoanálisis no duraría mucho para el maestro, ya que en el año 1927 Delgado comenzaba a tener cierto desencanto por el psicoanálisis. Ello no dejo de que se siguiese desenvolviendo en su quehacer psicoanalítico, y el mismo año fue mencionado como miembro activo de la Sociedad Psicoanalítica de Londres.
Hacia el año 1934, Honorio Delgado se separaría por completo del psicoanálisis. Ya años atrás, consideraba que Freud tenía una doctrina que hasta cierto punto se tornaba sexual. Además Honorio Delgado detectó que el psicoanálisis poseía más interpretación subjetiva que experimentación o explicación científica, por lo que no había una mirada objetiva de la psiquiatría y la salud mental ya que cualquier psicoanalista tenía una versión diferente de un diagnostico clínico objetivo.
Delgado comenzó a comprender, a partir de los escritos de E. Kraepelin y K. Jaspers, que la ciencia podría comprender mejor el tratamiento que la psicología pura. Comenzó a explorar en los campos de la Psiquiatría Biológica y la psicopatología, comprendiendo que la patología mental estaba muy relacionada con la fisiología del cerebro y no con relaciones o vínculos de una vida pasada, tal y cual Freud de manera no científica lo proponía.
Hacia 1940, Honorio Delgado escribiría “La Doctrina de Freud”, donde criticaría al psicoanálisis, y ya el lector podría notar el abandono de Delgado hacia el psicoanálisis. Según Delgado, la vía psicológica, la exploración y el método psicológico son maneras ambivalentes que el mismo Freud puso como terapéutica. Además de también precisar, que Delgado no simpatizaba con el hecho de Freud profundizaba sobre la vida anímica y más detalladamente sobre elementos de la sexualidad del paciente para hacer una caracterización del paciente. El rechazaba al inconsciente freudiano, y rechazaba la postura freudiana sobre la religión. El maestro escribiría que Freud, al momento de hacer su teoría ha hecho muchas suposiciones e imaginaciones acerca del psicoanálisis, por lo que haría que el mismo psicoanálisis como terapia carezca de objetividad y por lo tanto carezca de efectividad para el tratamiento de un paciente con un determinado diagnostico (además de ser carente de un horizonte terapéutico claro). Delgado escribía además, que el observaba que cada psicoanalista pensaba y escribía como quería, por lo que con eso corroboraba de que el psicoanálisis es carente de objetividad. El pensaba que el psicoanálisis es como un placebo y por lo tanto no era útil para lo que su creador deseaba de él. Tanta fue la aversión de Delgado que en sus escritos prefirió no hablar del psicoanálisis. Honorio Delgado estaba convencido de que para un psicoanalista no era necesario ser psiquiatra, sino era necesario tener la convicción de ayudar a los demás, pudiendo carecer de objetividad y critica terapéutica, en algunos casos diagnostica, perdiendo el eje clínico-objetivo y dejándose a la transferencia e interpretación subjetiva todo lo que se podía hallar, por lo que lo considero un arma terapéutica no-científica muy peligrosa e poco recomendable.
Su búsqueda por la esencia irreducible de la experiencia humana que permitía descubrir la vida anímica, su afán y estudio por la fenomenología y la psiquiatría biológica, su comprensión del ser humano como un ser trascendente (tal y cual lo describía Jaspers) y un ser espiritual (de ahí el termino que emplearía Honorio Delgado, “Humanismo Trascendente”) haría que Honorio Delgado se separe de la camisa de fuerza de las presuposiciones forzadas del psicoanálisis y descubriera lo que la ciencia psiquiátrica le esperaba para él: La Psicopatología y Fenomenología Jasperiana, que lo haría más tarde hablar de una psiquiatría de enlace y una relación horizontal entre el médico y el paciente.

jueves, 13 de octubre de 2011

Sobre la Depresión


Siendo la depresión uno de las principales enfermedades que genera una alta discapacidad o años perdidos por año de vida es menester sin embargo caracterizarla psicopatológicamente y describirla tal cual el Maestro pudo describirla.

Sabemos entonces que normalmente, en el ser humano estable existen estados periódicos de depresión que son parte del estado basal de cada persona. Pero en este caso no hablamos de estados breves o periódicos que la persona puede tener de manera normal, sino estados que comprometen sistémicamente y que son influenciados tanto de manera endógena como exógena. Lo que se trata de explicar aquí, son los estados a los que muy bien Kurt Schneider les llamo “depresión de subfondo” y “depresión de trasfondo”. La primera, muy bien vista en personalidades anormales, se caracteriza por tener un elemento “endógeno” en el transcurso de la patología depresiva.  La ultima (“depresión de trasfondo”), envuelta en personas con labilidad emocional (debilidad y inestabilidad de animo), se caracteriza por poseer un elemento exógeno que a diferencia de la primera antes descrita, es una depresión “más motivada que causada y de repercusión retardada “.

Para caracterizar a la depresión patológica, el maestro describe muy bien cinco rasgos presentes en la patología depresiva a mencionar. El primer rasgo percibido esta en relación a las manifestaciones anímico-corpóreas (es decir pesadumbre, falta de energía actual, espontaneidad) y  a las tendencias instintivas normales. El segundo rasgo está en relación al estado de animo (es decir a la tristeza, al miedo y a la angustia). El tercer rasgo a las pseudocaracterizaciones del ser, es decir a la descripción misma del hombre pero en este caso enfocado desde una perspectiva negativa y hasta a veces poco coherente con la realidad vivida (subvaloración de si mismo, propensión a sentirse culpable, y acusarse de faltas sin fundamento alguno). El penúltimo rasgo esta en relación al funcionamiento mental de la toma de decisiones y ejecución de actos. El ultimo rasgo está en relación a los estados anímicos disminuidos del ser que acoge la patología depresiva (es decir el animo apocado, y la impotencia para vivir).
Estas descripciones, de manera general, pretenden describir lo que el maestro quiso describir en relación a la patología mental que brindan un sentido netamente semiológico sin intención puesto que parecidos criterios se observan hoy en día en muchos manuales diagnósticos para la depresión.

La depresión se presenta muchos cuadros comorbidos como pueden ser otras psicosis (esquizofrenia, psicosis pre-seniles), enfermedades orgánico-cerebrales (parálisis general, epilepsia), en enfermedades de carácter neurótico y también en patologías no relacionadas al ámbito neuro-psiquiátrico como es la arterosclerosis, las ulceras duodenales, la enteroptosis y entre otras.

La depresión es capaz de presentar síntomas somáticos, que según el maestro, son distractores para el diagnostico clínico y la exploración de la enfermedad en el paciente pudiendo desviar el diagnostico de la enfermedad esencial.
Una de las formas principales descritas por K. Schneider –autor que menciona Don Honorio Delgado para esta sección de Depresión- es la de la depresión vital. Esta se caracteriza por ser una depresión endógena, cuyo elemento principal es el de la melancolía y cuyo animo queda en “dirección inversa” a lo que un hombre normal contento podría ser, en este caso denominamos o empleamos el termino “enantiotimia” (que proviene del griego “otra voluntad”).

Para terminar el maestro hace la siguiente aclaración acerca de la depresión. Acata de manera importante que no se puede afirmar que la depresión sea sinónimo de la inhibición de las tendencias instintivas de actividad y producción, pues también existen componentes dentro de la depresión misma que están relacionados con la existencia y el compromiso de la propia vida cuya acción final en la patología es el suicidio (ya sea planeado o consumado).  Tambien esta patología incluye otros elementos (como la conciencia del Yo, las ideas hipocondriacas y otros síntomas, según el maestro) que aparte del compromiso con la existencia misma hacen entender al psicopatólogo que la depresión no es sinónimo de inhibición de las tendencias instintivas de actividad y producción, ni mucho menos de melancolía.

martes, 13 de septiembre de 2011

Sobre la Psicología y la Psicopatología


Sobre la Psicología y la Psicopatología

“No podrá comenzarse el estudio de las anormalidades psíquicas sin conocer en qué consiste lo normal”

En el “Curso de Psiquiatría”, el maestro Delgado establece una comparación muy interesante y un contraste entre dos ciencias muy clásicas dentro de la salud mental, la psicología y la psicopatología. 

Delgado procede en entender que la psicopatología es una rama de la psicología, puesto que la psicopatología explica todas las manifestaciones de la vida mental del hombre y de los animales. Pero en este caso, Delgado considera que la psicopatología cobra sin lugar a dudas un lugar especial dentro de la salud mental ya que abarca una serie de patologías y manifestaciones anímicas que la podrían incluso considerar una especialización dentro las ciencias de la salud mental y la psiquiatría.
No se trata tan solo del estudio de cuestiones cuantitativas, es decir de las desviaciones funcionales del organismo, sino también las diferencias originales (primigenias) de la estructura anímica del sujeto en si. Es sin lugar a dudas un conocimiento que se presta a entender generalmente el ser anímico del hombre, y su interacción con un mundo lleno de funciones y constituciones biológicas, además de comprender también su interacción con las manifestaciones conductuales, con la conciencia y con la estructura anímica que respecta al hombre.

Según el maestro Delgado, la condición de las personas en las cuales existen ciertos fenómenos psíquicos anormales, muchas veces de mayor calibre, los colocan fuera del campo de la observación del psicólogo general, para que puedan ser comprendidos de manera más profunda y amplia por un psiquiatra. Por ello, históricamente se le ha confiado el estudio de la psicopatología a los médicos, puesto que el estudio del diagnostico, los síntomas, los signos y el entendimiento de las patologías yace en cada uno de los galenos dispuesto al servicio y a la entrega de las dolencias del paciente. En este caso, se habla de médicos psiquiatras en función a la dolencia anímico-biológica del ser. Evidentemente nunca descuidando, ni dejando de comprender que dentro de esta rama de la salud mental, existe cierta influencia de los psicólogos y sus antecesores (los filósofos, los místicos, los moralistas…) puesto que su contribución yace en la comprensión profunda del ser anímico del hombre.
Ello pues demuestra la colaboración de ambas disciplinas sobre el alma humana, la primera –la psicología- ahonda en el ser anímico del hombre, la segunda –la psicopatología- comprende los signos, los síntomas, la patología y el diagnostico integral de un fenómeno psíquico en el ser humano.

Reconociéndose entonces, según el maestro que una buena formación psicológica requiere cierta versación en materia de desórdenes de la mente.

Lo que gana muchas veces el psicólogo, según Don Honorio Delgado, en función a toda la información y experiencia psicopatológica es una disposición más abierta para comprender y conectar todas aquellas experiencias anímicas y emocionales, sentimentales y instintivas, que se conectan en una vida interior psíquica permitiendo que esta sea comprendida por mucha de la psicología.
Sin embargo, el psiquiatra es propenso a la visón esquemática, según el maestro, a preocuparse por el destino del enfermo y a menudo – como lo señala Delgado-  el psicólogo se pierde en el análisis del detalle, desadvirtiendo al hombre mismo.

sábado, 30 de julio de 2011

Sobre el Medico y la Sociedad


En este fabuloso capítulo del libro “Enjuiciamiento de la Medicina Psicosomática”, Honorio Delgado hace énfasis en la comprensión y desarticulación para el análisis del alma del médico misma, donde enfatiza no solamente la persona del galeno sino todas aquellas entidades o mentes humanas que lo rodean, especialmente de la más crucial y nuclear de todas las mentes humanas que lo sigue, el paciente.

Sabemos pues, que el médico no debe ser entendido como un “reparador” de la ruptura del vinculo y/o la unidad familiar, pues la medicina como acto trasciende más allá de cualquier vinculo de relación de parentesco y de sangre, tal como lo sustenta el maestro en las paginas sucesivas.
Se conoce y se entendió al médico desde tiempos remotos hasta nuestros días como una persona diferente al resto de la gente, en donde descansa ciertas labores y disposiciones las cuales hacen que el galeno obedezca a la esencia a la cual ha sido llamado y es el servicio. Es el servicio mismo, el cual se ha objetivizado, siendo el alma del médico obediente al espíritu que aclama y que lo llama a cumplir sus funciones esenciales.
En tiempos primitivos, durante la época en la cual el hombre existió por primera vez en el mundo, el médico vio presente el alma del servicio y acató el llamado a la curación de los enfermos, de manera muy instintiva y empírica, puesto que en tiempos muy remotos la ciencia no se había objetivado en un sistema metódico, y lo puramente curativo, el hombre lo asoció en un momento con “magia”.
Conforme ha pasado el tiempo, y las nuevas formas de ciencia y tecnología aparecían, la esencia y el valor nuclear del médico permanecieron tal cual como éste lo seguía obedeciendo. Según el maestro Delgado, “Así nuestra profesión […] muestra caracteres fundamentales de validez permanente”. Es verdad pues, hay materia que cambia en el tiempo, pero la esencia misma permanece caracterizando al médico tal y cual lo es y siempre lo ha sido.

Para caracterizar la esencia del médico, es primero necesario remontarnos a lo que el maestro llamo como “iniciación, ascendiente y dualidad”. 
Para describir la vocación o la iniciación, Delgado señala que, lo “médico” descansa sobre aquel espíritu que es capaz de poder desarrollar y poder desenvolverse de manera sacrificada en la misión de serlo. Además de todo ello, el “medico” requiere una sapiencia que se deslinde, que se separe de cualquier sentimiento o emoción subjetiva, es decir criterios o medios objetivos los cuales permitan a lo “médico” no dejarse tentar por opiniones, sino fundamentos estructurados científicamente, así como una inteligencia que pueda tener un dominio de si misma, contenida en un esquema libre –es decir bajo ningún esquema de concepción que entre en contra de la esencia del hombre y de sus leyes naturales inscritas en cada uno de estos, así como que este en contra de la realidad del hombre como un ser integral que apunta hacia una verdad ultima-  y sobretodo una inteligencia con “derechura moral”. Además de ello, lo que caracteriza a un médico no es solamente inteligencia y sabiduría, sino sensibilidad y fe, puesto que un médico esta llamado a la curación, al servicio, a la entrega por aquella persona doliente, que es el paciente, y que debe de siempre entregarse a la patología en la persona misma.
Otra característica fundamental es la formación medica, o el “ascendente”, entendido a partir del texto estudiado. La formación del médico implica fundamentalmente un tiempo largo, extenso y embebido de contenidos científicos y humanos, los cuales son cardinales para el conocimiento y la comprensión del ser humano integral (bio-psico-espiritual), y la comprensión además de las diversas patologías que encarnan en el hombre degenerándolo y alejándolo de su esencia más intima y su fisiología más equilibrada en sí. La enseñanza medica engloba diversos contenidos que atinan no solo al contenido sistémico de la medicina, sino a su vez deben abarcar comprensiones sobre el hombre y su condición de enfermo así como también la entrega por el mismo.
Por ultimo, cabe resaltar la dualidad, que no es otra cosa que el cultivo que el médico tiene fuera de la practica misma, para la comprensión intima de las esencias del ser humano que en un fin quizás próximo permitan al médico mismo atender diversas patologías y tratar diversas enfermedades que se expresan en ciertos hombres predispuestos a estas.

Ahora bien, se han visto diversas características que existen en el médico en sí que menciona Honorio Delgado. Pero además de ello existen ciertas características que no solamente se enraízan en la persona que es el médico, sino en su relación y vinculo con el enfermo. En este capitulo, Delgado trata de girar sobre el eje de un modelo el cual denomina “elemental” para la comprensión de esta dialéctica, y es una consulta privada entre un médico y un paciente.
Aquí, señor lector, entendamos no la consulta privada con todas sus características, sino el acto del dialogo entre el médico y el paciente. El ejemplo nos muestra a ambos (o tiene intenciones de hacerlo) como es el encuentro entre ambos, puesto que aquí pongo de accesorio cualquier pensamiento que pueda hacer usted sobre cualquier comparación entre un paciente de consulta privada y uno de hospital (que se encuentra internado). El maestro, claramente nos deja entender que es un modelo que permite entender como es que dos personas diferentes, la una de la otra, permiten que se de un complemento dialectico en esencia.

A continuación, se hará una tabla que se encuentra influenciada en esta dialéctica que don Honorio planteo en este capítulo:


Paciente
Medico
Primera Impresión
Sentimientos presentes en el paciente que expresan el dolor y la necesidad de librarse del mismo
Influencia presente debido a la confianza del paciente en el medico tratante
Confianza y Fe
Reconstrucción de la capacidad de “animo de auxilio”. Restitución del bienestar y sosiego.
Acompañamiento del sufrimiento del paciente, además de una lentificación de los mismos y despertar su animo en la esperanza.
Entrega Espiritual
Mirada y “acogida moral” (citando al maestro) llena de comprensión y atención.
Entrega caracterizada principalmente por un entendimiento que pasa por el hecho en que todos somos frágiles ante la enfermedad.
Acto Final
Vinculo establecido por la gratitud, formación del beneficio del paciente.
Honra, respuesta a la acción benéfica del paciente con la enfermedad ya tratada. Gratitud.

La formación en realidad, el vinculo establecido entre el medico y su paciente no termina en el momento de la enfermedad (es decir de la cura o el fracaso de la misma). El lazo que se forma, debe tener características de desprendimiento que no solamente se caracteriza por un servicio dadivoso hacia los pobres, sino entregarse al máximo por cada uno de los enfermos sin ningún limite, sin nada a cambio.
Incluso el mismo paciente requiere de un vinculo cercano con el medico con el cual ha tenido una asistencia fructífera. Por ello es que un buen ambiente de comunicación facilita y enriquece más el vinculo entre el medico y el paciente, tal como lo señala el maestro “la asistencia en el ambiente hospitalario excluye la libertad de elegir médico y a menudo la de comunicarse a solas con el”.

Tambien, la familia como un factor externo a la dialéctica médico-paciente, cumple una función de soporte existencial bajo criterios de corte presencia patológica, es decir actúa como un medio anímico para guardar la tranquilidad y la presencia del bienestar relativo como medio antipaliativo, además de tener también elementos morales sobre la mismidad del paciente.
Las familias en muchos casos son cruciales para la obtención de información acerca de la enfermedad presente en el paciente. Revela sin lugar a dudas una característica importante del hombre como individuo, y es que el mismo enfermo (en este caso) no es únicamente éste con el medico, sino la realidad que lo rodea (es decir, su familia, sus amigos, etc.). Siendo importante, bajo esta línea y lo que el maestro quiso dejar claro, que existen elementos cardinales en las personas –en los pacientes- que otros conocen, pero el mismo paciente no ha tenido conocimiento ni conciencia al respecto.

La confianza del medico suele ser muy importante incluso para el tratamiento y el progreso de la enfermedad, pues sin esta, existe una dificultad que impide que los procesos terapéuticos se den con relativa eficacia para diferentes estados o cuadros clínicos correspondientes. Hablamos entonces también de una capacidad que tiene el paciente de elegir su medico, a partir de prejuicios y desconfianzas, un paciente por ejemplo puede dejar un medico baqueano en la practica, muy ávido e inteligente; por un medico charlatán y poco eficiente.
Vale destacar lo que el maestro deja en claro y es la capacidad del médico para poder tener una llegada hacia el paciente mismo, entendiéndolo en todas sus características y dejándolo conmoverse por muchos aspectos de la fisionomía espiritual y anímica del paciente, y dejándose tocar no solo por la maravilla del mundo biológico, sino por su integridad misma. Observando esta característica, no solo debemos ver un médico abnegado sino un paciente agradecido –entre opiniones y palabras virtuosas en el medico- pues este ha confiado plenamente y puede ahora volver a respirar y a vivir.
Muchas veces, la actividad en sí del médico descansa sobre la información que este difunde y por el brillo que este alcanza. Además, mucha de la ciencia y la tecnología que descansa en las ciencias fundamentales percibidas por la medicina pueden ser armas de doble filo puesto que pueden ser provechosas como desastrosas de promocionar. Es por ello, según el maestro, que las llamadas “campañas profilácticas”, “deben ser preparadas con agudo espíritu critico” es decir, nunca hacer nada sin entender enteramente el sentido de la temática en sí misma, comprendiéndola en el hombre y su teleología como mismo, además de todas las características estadístico-matemáticas que puede comprender un acercamiento a la realidad.

Todo médico, según el maestro esta en la responsabilidad de resguardar la salud colectiva, no solo del paciente mismo, sino de la familia y su ámbito de influencia (amigos, sociedad, etc.). Ya que el bien que realiza el médico, trasciende no solo al paciente sino a toda la comunidad entera. Así es pues, como un estudiante de medicina no solo debe conocer la biología y la fisiología del paciente y sus componentes anatómicos, sino debe conocer al ser humano como un ser humano integral, en sus tres componentes biológico, psicológico y espiritual. Los tres nos permiten claramente entender las características del hombre, y sus comportamientos en patología que conllevan a ciertas características antihigiénicas, que deben ser combatidas no solo en el paciente como ser biológico, sino además acatando a las demás características.
Así pues, una historia clínica, sin los otros aspectos del ser humano es incompleta y sin sentido. Aquí el lector no debe confundir, entre un ser humano integral, y relacionar toda su integridad a una sola patología. Si bien es cierto, se puede prestar a confusión, lo que deja Delgado en claro es que en si mismo la comprensión del medio en el cual el paciente vive no es malo (puesto que el ser humano es un ser integral). El problema es cuando se vinculan cuestiones del pasado –como los vínculos anímicos maternos, por ejemplo- que no se encuentran relacionados con la patología bajo ningún sentido, y por lo tanto degeneran a la clínica como tal, volviéndola un psicoanalismo puro.

Una temática importante envuelta en muchas características de la vida cotidiana del médico o del facultativo –como el maestro lo denomina- son los seguros.  Los seguros representan un medio importante para el control y la salud de muchos trabajadores que se benefician del mismo a través de sus servicios.
Ahora uno de los principales problemas, según Honorio Delgado, de la medicina socializada –la medicina del seguro- es que el paciente no tiene la potestad de poder elegir en muchos casos libremente al médico tratante, y puede presentarse ciertas desconfianzas y asperezas que pueden debilitar la dialéctica antes presentada. Por lo que el médico asignado no es capaz de acatar la salud de los beneficiados, sino la patología de los mismos haciendo que en muchos casos pueda agravar la enfermedad por el hecho de que el vinculo entre el medico y su paciente se ve desmenuzado ante la razón de que existe el seguro de por medio.
Más allá de estas características, un médico del seguro no es capaz de gozar de la libertad que posee un médico no perteneciente al sistema de seguros, puesto a que no es capaz de guardar el secreto profesional, no es capaz de poder conocer a la persona en su cabalidad, entre otras muchas características que señala el maestro. Terminando con este capitulo, el maestro señala que “la socialización del servicio médico malogra el sentido genuino de la asistencia, se sofistica la disposición del cliente y se inhibe la espontaneidad autónoma del facultativo”.

Las ciencias medicas, los descubrimientos y muchas tecnologías permiten que cada vez más se progrese en el cultivo del conocimiento de muchas características humanas. Es por lo tanto que la investigación, la ciencia y la tecnología han brindado de manera creciente al progreso y el entendimiento de muchas características humanas en la medicina que son capaces de ser gozadas en la practica clínica diaria. Gracias a muchos procedimientos científicos, somos capaces de poder detectar patologías y trastornos que aquejan la salud de un paciente.
Es menester señalar, que tampoco se puede depender de la objetividad de los análisis y de la critica laboratorista puesto que es un aspecto reduccionista del ser humano a tal punto de entenderse al hombre y la vida humana como un sistema o un conjunto de organismos microscópicos vivos que en determinados cuadros clínicos, se encuentran en un desequilibrio notorio. El ser humano va más allá de la percepción de un laboratorista, es sin lugar a dudas –como se viene diciendo- una estructura integral.
Es importante entonces, la comprensión de un humano integrado, de manera que el seguro y otras instituciones puedan comprender al hombre de esa forma.

En el caso de la investigación, don Honorio recalca su importancia y su cardinal estructura para la practica médica. Para el maestro es importante que existan fondos y recursos económicos destinados para la investigación puesto que ello brinda un estimulo que es capaz de generar entre estudiantes de medicina un aliciente para la investigación y la búsqueda científica de nuevas perspectivas acerca de patologías medicas. Resalta Delgado, que sin la investigación es imposible conocer y resolver los problemas médicos y su influencia en lo social. El investigador tiene ante sí “una tarea que es tan ingente que se impone otra escala y otra forma en el fomento de su trabajo” y cada vez más existen más estudiantes que la siguen y se comprenden en su capacidad de realizar investigación.

Por ultimo, Delgado señala algunos aspectos sobre las sociedades de los médicos, donde señala las características “esencial, inherente a la misión; la facultativa del estudio, y la normativa de la agremiación y el coligamiento”.
En el caso de la misión profesional, es justamente la misión que nos vincula a todos los médicos de poder tratar y entregarse al enfermo. El sentido mismo de la medicina, la misión y la vocación de servicio hacia los más enfermos, hacia la patología y su resolución es algo que nos une y nos colegia en una sola institución.
En el caso de la vinculación por el estudio, sabemos que el saber desinteresado e intelectual del medico entre sus colegas es lo que lo une para comprender de manera dialógica al paciente y la patología en su mismidad. Además de ello, el culto a la verdad y algunas perspectivas del científico son las que caracterizan a la medicina, los médicos y sus coetáneos para colaborar entre si.
Es necesario también un grupo de médicos, debido a que la medicina misma necesita un respaldo y una dignidad reconocía por el Estado. En muchas ocasiones estos organismos salen en defensa del médico, en el amor a la justicia y en las correcciones que existen tanto dentro de los organismos como fuera de los mismos, como señala el maestro Delgado.

Como conclusión quisiera agregar la siguiente frase de Delgado que resume bastante todo este derrotero y comprende esencialmente muchas características del medico:

“Nuestra carrera es por excelencia comunicación fecunda en encuentro preñados de consecuencias, que nos permite abismarnos en el misterio del destino de la criatura humana sujeta a las potencias de la naturaleza, eterna y tejedora de la trama de la vida en el telar de lo perecedero […] Nuestra vocación y nuestra conducta cobran eficacia y realce en la medida que logramos dar a las personas lo mejor de nuestra persona”.

viernes, 22 de julio de 2011

Sobre la Anormalidad

Para Honorio Delgado, el concepto de anormalidad abarca una importancia fundamental en cuestión de la comprensión de la ruptura humana entre el equilibrio de la existencia del ser y su esencia misma.

En principio, se establece que la anormalidad en la psicopatología debe poseer un criterio puramente descriptivo, es decir sin ningún contenido de prejuicios ni sentimientos presentes en el observador. Debe contener, por ello, cierta cordura y cierto enlace con lo que se esta presenciando de manera clara. Se debe evitar por lo tanto emplear lenguaje rimbombante y metafórico, y ceñirse tan solo a la observación pura, descripción y detalle de todas las flaquezas, debilidades, signos y síntomas presentes en un paciente con un una anormalidad.

El maestro señala que el termino “anomalía” se emplea principalmente para denotar o señalar “rupturas congénitas”. Lo anormal es un fenómeno que se excede por encima de los limites de lo psicológico, manifestándose como un quiebre en el humano y por lo tanto evidenciándose la presencia de una enfermedad por medio de los signos y los síntomas de la misma.
Entonces ya no es cuestiones del alma misma, sino del cuerpo biológico que manifiesta una patología la cual se expresa mediante diversas formas, y una de estas formas notorias a expresarse es la del alma.

Ahora bien, sabemos que lo común y lo normal entre la población es siempre tratar de describir las variables de manera demográfica y tomando en cuenta ciertos criterios estadísticos a favor de esta observación. Entre los profesionales de la salud esta bien enraizado basarse en las frecuencias, en las “mayorías” de personas que presentan cierta patología, cierta anomalía, y debido a ello se confunde el criterio psicopatológico con lo que ciertas mayorías observan en común con determinadas patologías. Por lo tanto, para el maestro, las frecuencias para la psicopatología no comprenden un criterio absoluto en el cual un profesional de la salud mental debe confiar.
Actualmente muchos de los criterios diagnósticos se basan específicamente en criterios de mayorías, en frecuencias observadas por los profesionales que no terminan de caracterizar a cabalidad una patología de grueso calibre, como puede ser el caso de determinadas psicosis. Debe haber estudios basados en estadística profunda, en criterios psicopatológicos no psicométricos, elementos bien estructurados los cuales permitan la caracterización de una patología determinada mas no la diferenciación diagnostica. Un estudio donde se observe y se caracterice de manera adecuada a la patología mental, aproximándose al concepto de psicopatología y anormalidad permite la observación de una enfermedad de salud mental de manera diáfana. Sin embargo, una estadística basada en frecuencias, superflua, sin contenido estructurado alguno, es una estadística simple y poco descriptiva, irreal sobre la realidad a observar.

Tambien es menester considerar los elementos paradigmáticos que corresponden a criterios de normalidad, y que son aproximaciones empíricas que requieren aproximaciones cualitativas y prescinden de elementos cuantitativos. Es sin lugar a dudas, lo que el maestro Delgado denominó “lo que debe de ser”. Por lo tanto, la denominación de lo normal para la experiencia no corresponde a la denominación por frecuencias, sino por la esencia en si misma, por la intimidad del ser, por el contenido esencial del hombre.
En un ejemplo de establece el maestro Delgado, señala que, en cuestiones genitales lo normal es considerar que el individuo sea heterosexual, pues como diría Honorio Delgado, “la finalidad de este instinto es la reproducción”, observándose así los conceptos de esencialidad que contiene el pensamiento delgadiano en lo teleológico al ser.

La habilidad de un psicopatólogo descansa sobre el equilibrio entre los conceptos estadístico-matemáticos y los conceptos teleológicos o paradigmáticos. Además de todo ello, la psicopatología se complementa con criterios tanto estadísticos como de estereotipos, puesto que se debe considerar al individuo mismo y sus interacciones con el medio que lo rodea, en cuestiones psíquicas. La psicología y la psicopatología no son propiamente disciplinas naturales ni teleológicas, sino combinan de ambas para comprender cada una el objeto, en el cual están fundadas.

Finalmente, en este segmento, Honorio Delgado termina hablando de la Patografía. En este caso, la patografía es una consideración de las patologías mentales en el examen clínico y la vida del paciente, siendo interpretativo en el modo clínico. La patología y la exploración clínica deben prescindir de toda característica biográfica, y centrarse en la tara que el paciente ha llevado desde un inicio, ver los síntomas principales actuales y plantear una observación adecuada en conjunto con el diagnostico. Como señala el maestro, son las conexiones intimas que se realizan entre lo patológico y el personaje, sin incurrir a la vida completa del paciente y transformar la observación psicopatológica en una mera exploración biográfica del ser.

martes, 19 de julio de 2011

Reflexión sobre la Salud Mental

Esta reflexión la lleve acabo leyendo fundamentalmente a Honorio Delgado y otros maestros ilustres...


La salud mental, además de ser definida como es (“carencia de síntomas”) es sin lugar a dudas, una esfera de la integridad bio-psico-espiritual del hombre que expresa la realidad y la condición humana frente a la existencia del ser y que aquella noción existencial está en función de la esencia del hombre mismo que le permite responder a ciertos principios naturales de humanidad. Estos principios naturales de humanidad no se encuentran solamente normados por la sociedad, sino preceden a esta yendo más allá de un mero consenso, y definiéndose así como parte de una esencia propia del ser, y no como una estructura consensual de los grupos humanos.

Tal es así que cuando la esencia y la existencia no responden a la realidad de manera coordinada, es cuando existe un quiebre entre el hombre y la realidad, a lo que denominamos “psicopatología”.

Tratando de aclarar el punto de los consensos (que de por si son humanos), estos tratan de ser inclusivos de manera que muchas rupturas entre el hombre y su “mismidad” se evitan haciendo de que lo esencialmente anormal se trastoque en algo aparentemente normal.
El llamado no recata en una destrucción de estructuras humanas medicas quizás, sino en una redefinición de conceptos ya que la humanidad por si misma no obedece a la esencia de un espíritu, sino que de muchos intelectos humanos juntos forman un concepto que desfigura el sentido de la humanidad y la salud mental haciendo que esta se entienda de muchas maneras...

viernes, 15 de julio de 2011

Sobre la Injerencia de la Psicología a la Medicina


Para comenzar un poco con el enjuiciamiento sobre algunos métodos psicológicos sobre la psiquiatría y la medicina, Honorio Delgado comienza estableciendo ordenes lógicos más que un mero orden histórico sobre la influencia de la técnica psicosomática, el psicoanálisis y el narcoanálisis sobre la medicina y la clínica psiquiátrica contemporáneas.

Ha habido, entonces, cambios fundamentales en métodos psicológicos que han influenciado en la psiquiatría, generando así una transformación en la clínica psiquiátrica, y con ello una inferencia en la medicina contemporánea.
Para el maestro, el psicoanálisis no ha sido el principal responsable del cambio abrupto y criticable –tal como él lo señala en paginas posteriores dentro del capítulo – sobre el sentido original de la psiquiatría y posteriormente sobre el de la medicina. Además de ello se dio un proceso histórico, el cual resumió brevemente, pero es menester, sin embargo dar cuenta de ello.

Durante el siglo XIX, se produjo un cambio nuclear en las ciencias filosóficas. Después del ultimo gran sistema de pensamiento hegeliano, el hombre buscaba detrás de la razón y del sentido, otra respuesta que intentase responder diversas interrogantes y enigmas que el mismo ser se planteaba sobre su existencia personal. Con ello surgen los humanismos y el pensamiento contemporáneo, cuyo principal autor y gestor del movimiento fue Federico Nietzsche. Para Nietzsche, ahondar en la libertad personal, en la exaltación de lo humano era crucial para explicar al hombre en si, y romper con siglos y décadas de un concomitante racionalismo que ha sesgado, a su parecer, a la mente humana. Llamándolo “Voluntad de Poder”, este pensamiento no solo llevo a exaltar al humano per se, sino que a demás de ello, dio a entender que no existe una verdad pura, no existe ciencia alguna que no sea represora (al igual que la cultura) y por lo tanto al poner en tela de juicio aquello racional y científico, se llevo a cabo un proceso de lenta partición de la patología, en especial de las enfermedades mentales (a través de la influencia nietzscheana sobre las materias psicológicas, tales como el psicoanálisis) calificando que el hombre es instinto puro, no habiendo cabida para un entendimiento objetivo y clínico de las patologías mentales pasando por un proceso de lenta disgregación hacia solamente lo subjetivo y el comprensión del sujeto anímico como instinto puro y relaciones temporales, que el maestro calificaría de poco rigurosas.

Pensadores pasaron por el tiempo, ideologías fueron cambiando a lo largo de los años, y actualmente comprendemos una serie de pensamientos existencialistas, biográficos (como los denominaba Delgado), que ahondan principalmente en la caracterización de su ser en el mundo y de la búsqueda del sentido fundamentalmente. Lo primero se caracteriza por un constante existencialismo – interpretando a Ortega y Gasset, lo que denomino “el hombre es el ser y el mundo” -, lo segundo por la búsqueda de ese sentido que lo hace al hombre existir y ser, moverse y sentir, respirar y vivir, lo que lo hace cumplir las funciones primordiales y moleculares sobre la existencia humana, y el significado sustancial de la esencia humana.

Delgado en la descripción de la psicología actual comienza describiéndola como un acto de penetración del sujeto como un conjunto de actos y de estados, de dinamismos complejos y de una clasificación del alma, un entendimiento subjetivo de la psiqué.

En la psicología asociacionista como parte de la corriente contemporánea de la psicología, se comprende al sujeto anímico como parte de los fenómenos internos en si.  Aquí, en este caso, se pueden ver de alguna forma algunos de los conceptos freudianos que establecen al estado consciente, como un estado el cual el Yo esta manifestándose de manera activa, fuera del sueño o del error.  En este caso vemos a un sujeto donde la conciencia juega un papel de objeto, donde para la psicología asociacionista, hay una búsqueda de la esencia, una búsqueda del objeto en los actos de la conciencia y sus diversos estados. El sujeto en esta caso juega un papel de mediador entre lo externo y lo propiamente de la conciencia.
La psicología asociacionista reconoce en el individuo, que este es un conjunto de estímulos y instintos hacia un objeto en si, y un engranaje de relaciones cognitivas las cuales por el fruto de la empírica pura permiten que el sujeto contenga el contenido del influjo externo. Con ello, hablamos de una experiencia subjetiva, la cual establece que en el fondo cada sujeto está asumiendo constantes estímulos que modifican la conciencia y determinan el estado de la experiencia dentro de la corriente asociacionista.  Esta es una de las corrientes que comienza a comprender de manera interior, de manera exploratoria al hombre y a los contenidos de la conciencia en si.

En el dinamismo complejo, se ve un constante flujo de la vida subjetiva, de los contenidos de la conciencia, los cuales hacen que pierda el sentido de la existencia quien los contiene y se comienza a entender al sujeto como un punto de paso de muchos estímulos. Aquí, el maestro observa al psicodinamismo, como una corriente donde existen vínculos de la conciencia con los estímulos externos durante cada momento. Señala el autor bajo la misma línea, la psicomaquia como materia de los instintos o las tendencias vitales más que del espíritu mismo.

Para Honorio Delgado, la psicología esta incompleta cuando no hay un carácter espiritual en esta. Se comienza entonces dentro de ella una relatividad de conceptos, donde la realidad subjetiva y la libertad comienzan a lentamente invadir las esencias del ser.
Entonces bajo la línea de la psicología actual, es necesario que para el entender a cada ser humano es necesario entender el flujo de la vida subjetiva en retrospectiva, buscando asociaciones con el pasado en el presente para poder así proyectar al ser humano que es en realidad. En este caso comienza entonces a concebirse una psicología la cual esta sujeta a diversas interpretaciones, desde el punto de vista del tratante, debido a que asociaciones en retrospectiva no permiten muchas veces determinar con certeza, lo cual ocurre que muchas veces se llegan a nuevas conjeturas e interpretaciones arbitrarias, las cuales se derivan en un compleja quimera dentro de un consultorio.
Y no solamente para la comprensión del “flujo de la vida”, además de ello la dirección de la vida, la dirección del individuo y que diversos momentos en la vida del ser, sean de alguna forma integrables hasta constituir el telos del ser humano, es decir como es la estructura y forma del individuo a partir de sus experiencias pasadas para regresar al entendimiento de la materia y forma del alma del sujeto.
Al parecer, la psicología a comenzado a brindar un contexto propio y personal, el cual se ha acentuado en entender a cada sujeto por particular, su carácter (es decir la respuesta psicológica a diferentes estímulos y respuestas) y que muchas veces para la psicología actual las imágenes y los estímulos, el influjo en si externo, produce ciertas proyecciones en la corporeidad del alma generando estructuras propias del ser interno.  En este caso un entendimiento como tal nos llevaría a comprender al sujeto durante mucho tiempo, en pro de su caracterización a cabalidad de su personalidad, lo cual resulta hasta cierto modo imposible debido a la opulencia de imágenes dadas en la experiencia y la variación de estas según diferentes humores intestinos.
Como declara el maestro, nunca se va a llegar a la esencia del sujeto en si, puesto que la personalidad es incierta (para esta corriente) y todos los estímulos retrospectivos son tan variables a la misma conciencia.

La psiquiatría contemporánea, para el maestro, ha sufrido cambios que han sido de alguna manera impulsados por el psicoanálisis debido a la historicidad del proceso. Para Delgado, la popularidad del psicoanálisis se debe principalmente a la “exageración sensacional” de los conceptos y el “fanatismo”, la fe que depositaron sus adeptos en el.
El pensamiento psiquiátrico además, se vio con la tendencia por la importancia del sujeto y del aspecto dinámico de las patologías psiquiátricas, tal como lo señala el autor. Todo ello fue complementado con el avance y el descubrimiento de nuevas patologías que estaban dentro de lo “alienado” y lo “no-alienado” haciendo que la psiquiatría comience un viaje fuera del hospital mental, progresando en la relación medico-paciente, observándose una diversidad y especificidad de patologías mentales que permitieron al psiquiatra moderno establecer una diversidad de teorías fundadas en secciones psicológicas y/o secciones somáticas. Delgado afirma que, lo físico y lo psíquico son aspectos que son fundamentales y a su vez complementario. Gracias a ese complemento, a ese estudio de ambas secciones es que se puede entender a la psicopatología como principal ente científico que estudia las anormalidades y las alteraciones de la vida anímica, tal como lo señala el maestro en su famoso “Curso de Psiquiatría”.
Muchos aportes y desmedros ha habido dentro de la psiquiatría anterior, que la psiquiatría contemporánea ha heredado. En primer lugar, no es difícil darse cuenta que la psicología ha generado un influjo en la psiquiatría con respecto a la evolución y comienzo de la enfermedad. Pero, hay que rescatar que el entendimiento de la patología de manera exacta y el análisis clínico objetivo del cuadro morboso (tal como lo señala el maestro) ha sido siempre fundamento de la clínica psiquiátrica. La presencia de la fenomenología en la psiquiatría por lo tanto es mayor. Lo que requiere entonces es que exista una psiquiatría que tenga una reflexión sobre la realidad, que tenga una postura objetiva y no quede con interpretaciones y asociaciones vagas.
La importancia de la clínica es pues crucial para el entendimiento del cuadro objetivamente, para la observación de los síntomas y signos de la enfermedad. Es verdad pues, el alma es la que expresa el dolor, pero la enfermedad es la presente en el organismo, y ambos deben complementar el sentido de la clínica y no quedar tan solo en el alma (siendo esta expresión pura) sino en el cuerpo también (siendo este manifestación del desequilibrio psicofisiológico).
Se debe entender también que el solo hecho de la comprensión del contenido psicológico por las alteraciones causadas por patologías mentales pueden llevar a confusión de las mismas. Es importante pues un entendimiento de lo físico en conjunto con un entendimiento del alma y no generar un divorcio entre ambos concepto. En este caso pues, no se debe llegar a extremos, en el sentido de que cada uno puede expresar de manera diversa una diferente patología pues cada psiqué diverge de cada ser humano, perteneciendo esta a la sección anímica del mismo.
Entonces, además de ser variable entre cada ser humano, es variable según la naturaleza de la patología pero esta no puede ser fuente de origen, puesto que posee un carácter subjetivo, además de que patologías mentales como las neurosis no pueden ser transmitidas por factores externos ya que biológicamente y cromosómicamente debe existir un factor predispositor a la patología que pueda llevar consigo el anuncio de la misma a todo el soma humano. En el caso de las neurosis, el maestro señala que los sujetos predispuestos son mayormente personalidades que son anormales, y que las patologías mentales no dependen exclusivamente del ser que la porta ni de los estímulos que extrae, sino la predisposición genética, la predicción sobre una personalidad anormal que genera la convivencia entre la enfermedad y la integridad bio-psico-espiritual del hombre. Como señala Delgado, “la condición morbosa fundamental es de orden biológico”.
Lo que si se ha visto, es que el tratamiento de las patologías mentales en conjunto con la psicoterapia hace que haya un mayor desarrollo en la enfermedad. Como señala don Honorio, “los diversos métodos psicoterápicos son de saber psicológico aplicado al tratamiento médico de los pacientes”. Pero algunas limitaciones que resalta el maestro es que ninguna de estas técnicas psicoterápicas son omnipotentes. El psicoanálisis por ejemplo, por más prolongado que sea, no cura lo incurable.

En este caso Delgado es un defensor de la psicopatología, ciencia que ha permitido explicar a cabalidad integral todos los aspectos médicos sobre las patologías psiquiátricas, así como su ahonde en estas, descripción del pensamiento, que diferencia a diferentes doctrinas psicológicas por su carácter científico y su vigor racional, así como su capacidad diáfana para la comprensión de los caracteres de las alteraciones.

Finalmente, destacar la sección de todo este movimiento psicológico dentro de la medicina general. Muchos de los defensores del movimiento de la psicosomasis a comienzos de su gestación señalaron la frase que el maestro citó y fue que “no hay enfermedades sino enfermos”. En este caso, la psicosomática tenia un carácter mayormente subjetivo donde cobró importancia en este movimiento el sujeto en cuanto a sus manifestaciones psíquicas generando como consecuencia un movimiento psicológico dentro de la clínica medica. En este caso, al enfermo se le considera como anima pura, y se excluyen rasgos propios de la clínica objetiva haciendo que la historia clínica sea una historia de la vida del paciente, no preocupándose de manera esencial de los factores físicos y químicos de la enfermedad.
Desde tiempos de Hipócrates sabemos que el alma se expresa de diversas maneras según la enfermedad que la habite. En este caso, la enfermedad es un ente objetivo que es principio de estudio de la clínica, y no un alma que puede gritar en diversos tonos musicales una sensación de dolor. Es necesario pues redefinir el sentido de la clínica, y entender que aquel que cura el alma no vencerá el mal si no entiende primero que debe preocuparse por otro que trate de curar la enfermedad.
Se debe buscar la determinación de la naturaleza doliente y no la exploración en si.  

Es menester pues mencionar que la psicosomática no es otra cosa que la asociación entre un estilo de modo de vida de un ser individual y pasadas experiencias que han sido traumáticas en la infancia (tal como lo señala el autor). En la medicina antropológica se puede ver, como lo diría el maestro, un “horóscopo retrospectivo”, puesto que esta muestra como el destino de una persona se ve asociada con la influencia del espíritu sobre el la sección orgánica y anímica, como lo señala Delgado.
Además de ello, el maestro aclara que, si bien es cierto se sabe que mucha de la sección de las emociones y otros elementos tienen la capacidad suficiente para poder desencadenar una patología en diferentes circunstancias cuando hay predisposición de la persona a la patología, ello no significa que por el simple hecho que hayan temores o miedos en un sujeto estos van a generar una enfermedad corporal en cualquiera que posea estos miedos.  
Por ultimo señalar que además del entendimiento de muchas disciplinas es importante destacar, como lo señala el maestro, que el medico debe ceñirse a diferenciar diferentes aspectos del ser humano, sin antes olvidarse del ser humano en si.  Recordar siempre que el ser humano es un ser integral.

Al final del texto cuando trata de concretizar la idea acerca de la medicina y del entendimiento diferencial e integral, Delgado critica al psicoanálisis planteando su carencia de base científica. Se pudo ver que Freud, según el maestro, tuvo una serie de propósitos dentro de su teoría psicoanalítica uno de los cuales era la separación y distinción entre los psíquico y lo somático. Lo bueno del mismo es que ha podido brindarnos la exploración en si del paciente y su vida subjetiva. Lo que no debe ser permitido es que precisamente los psicoanalistas piensan haber descubierto una estructura que posee un valor general y que precisamente son aplicadas a las enfermedades. Pero, evidencia el maestro, que “ni se sanan todos los individuos psicoanalizados ni son fundados todos los procedimientos psicoterápicos eficaces”, dejándolo en un absurdo como señala Delgado.

El desarrollo de esta lectura, en conclusión, ha permitido observar un panorama integral del entendimiento de lo contemporáneo con relación a la psiquiatría y a la psicología, que finalmente se deja influenciar además la medicina general. La lectura hecha fue fascinante y enriquecedora, puesto que no solamente permitió entender los conceptos de cada una de las disciplinas contemporáneas, sino de forma imparcial permitió la presentación de las mismas ante el lector, así como también la critica sobre cada uno de sus conceptos en vuelta al concepto al cual el maestro consideró retomar. 

jueves, 14 de julio de 2011

Primer día con el Maestro

Entrar en el mundo de Honorio Delgado es entrar en el verdadero significado de la psicopatologia y del pensamiento de los principales patologias psiquiátricas.

Además de ello no solamente nos permitirá incurrir sobre las patologías mentales sino también en el alma del medico, el alma del paciente (el alma del enfermo) y algunos conceptos afines.

Es importante entonces empezar a explorar los diversos conceptos y ideas del maestro, así como su postura a la clinica psiquiátrica.

Esperamos que sea de su agrado la dialectica tan profunda que se va tener con el maestro. Aqui se empiezan una serie de trabajos, comentarios y opiniones sobre el maestro y la escuela de la psiquiatria Herediana.

Sabemos que vivimos en un mundo dónde los conceptos se han relativizado, dónde no hay un concepto de la clinica objetivo, dónde los trastornos psiquiátricos han pasado ha ser unicamente consensos y los fenómenos psicoanalíticos que han invadido la clinica medica a tal punto de volverla interpretativa.

Es menester pues restaurar los conceptos de la clinica objetiva y la psicopatologia a partir de la escuela Delgadiana para poder así comprender no solamente al maestro (como ya antes hemos señalado) sino también a la riqueza de la patologia psiquiátrica y su ser en el mundo.

Finalmente destacar la importancia del lenguaje que empleo Honorio Delgado en sus textos por su opulento manejo verbal.

¡¡¡Esperamos que lo disfruten!!!