En este capitulo del curso de Psiquiatría, el
maestro Honorio Delgado, hace mención a las Anormalidades de la Conciencia
vinculándolo con las perturbaciones de la conciencia y su relación con la
desorientación.
Focalizando al lector en lo normal, lo
primero que hay que tener en cuenta es la orientación. La orientación está
vinculada con las tendencias instintivas, la percepción, la memoria, la
atención y la inteligencia. Ello también envuelve a la conciencia, definiéndola
en términos coloquiales como la capacidad del individuo de vincularse con la
realidad; con todos los elementos que ella involucra.
Por lo tanto, todo aquello que impida
aprehender los datos objetivos e incorporarlos en la mismidad, sobretodo en la
persona, es causa de desorientación.
Los estados de conciencia tienen tres formas
de desorientación, que según el maestro las clasifica como: la apática (falta
de actividad instinto-afectiva), la amnésica (falta de actividad de la memoria)
y la delusional (falta de la actividad del juicio). Además comprender que la
desorientación puede ocurrir en tiempo, en espacio y en persona. En caso de la
persona, esta puede ocurrir con el Yo o con los demás.
En consecuencia, se clasifican las
anormalidades de la conciencia como: estrechamiento, entorpecimiento y
anublamiento de la conciencia.
En el caso del estrechamiento anormal de la
conciencia, esta consiste en una reducción en todo sentido del campo de la
conciencia, haciendo que el foco de la conciencia abarque un contenido
apreciablemente menor que el normal, y este foco es seleccionado de forma
sistemática. Ello refiere que el individuo “escoge” ciertas cosas de la
realidad actual y de la experiencia que adquiere, tal y como lo dice don
Honorio Delgado , y hace abstracción de otras. En algunos casos puede constar
de una reducción simplificadora y en otros casos el contenido de la conciencia
se puede ver adulterado ya sea por juicios o percepciones engañosas. En estos
individuos, es como “vivir un teatro”. De alguna manera, el sujeto selecciona
lo que “quiere” vivir de la realidad y experiencia actual, descartando al
resto. Por lo tanto, mencionar que el sujeto “estrecha” la realidad a partir de
esta anormalidad. Estos desordenes son típicos de los estados hipnóticos y
principalmente de la histeria. Tambien está presente en pacientes que han
tenido fuertes estados emocionales, como por ejemplo un susto. Tambien puede
ocurrir en pacientes con enfermedades orgánico – cerebrales.
En el caso del entorpecimiento de la
conciencia, esta se caracteriza por la disminución o la perdida de la lucidez y
la vigilia. En estos casos, el paciente entorpecido tiene la dificultad de
aprehender (y solo con esfuerzo) los elementos de la realidad objetiva y si lo
logra capturar es difícil de poderlo mantener y conformar la estructura en el
interior de la mente. Al momento de la examinación, es complicado de que el
paciente muchas veces entienda lo que se le pregunta, y cuando lo comprende
olvida lo que logró comprender. Los sentimientos en estos pacientes, se
muestran también sin diferenciación o no se manifiestan, según el maestro. No
obstante, algunos enfermos expresan sentimientos que son incompletos, como una
“euforia vacía” o un “débil malhumor”. En estos pacientes la acción voluntaria
es nula.
La duración del paciente entorpecido es
variable, y por lo tanto no se puede predecir a ciencia cierta cuando es que el
sujeto dejaría de estar en un estado anormal de la conciencia. Cuando los
pacientes tienen cortos periodos de entorpecimiento, se puede sospechar de una
epilepsia o estados de ausencia. Sin embargo, cuando los periodos son largos,
se puede sospechar en daños cerebrales graves, enfermedades que dañen al
cerebro, como también estados de histeria.
El grado superlativo del entorpecimiento es
el coma. El menor de todos, el embotamiento. Entre el embotamiento y el
coma, se encuentran una serie de grados de entorpecimiento que son (en orden
creciente): somnolencia y sopor. En estos casos (de somnolencia y sopor) los estímulos
sensoriales fuertes y muy fuertes pueden provocar una reacción del individuo.
La conciencia puede verse entorpecida por
otras patologías como tumores, meningitis, uremia, diabetes, la extirpación de
las glándulas paratiroides, entre otras patologías.
En el caso del anublamiento de la conciencia,
este se considera como un déficit de fondo, una perturbación productiva, o como
diría el maestro, cuando los actos de aprehensión de la realidad no solo se
debilitan o se anulan, sino que son sustituidos por fenómenos más o menos vivos
e incoherentes; siendo desnaturalizado por un contenido adventicio.
Estos contenidos “adventicios”, foráneos en
todo sentido, consisten en pseudopercepciones (estructuradas o inconexas) que
terminan mezclando lo incongruente con lo real, haciendo que el paciente tenga
la sensación fantástica de la realidad, o de manera coloquial, como si
“estuviese soñando”. Esto ocurre por lo general en personas que presentan
cierto cansancio, personas con emociones fuertes, o incluso en un extremo se
encuentran personas agitadas. La memoria de fijación en este caso se encuentra
defectuosa, sobre todo en ciertas especies de anublamiento, caracterizadas por
la amnesia subsecuente, según señala el maestro Delgado.
Un paciente en estado oniroide, vive en un
mundo de fantasía. El individuo nublado, vive en sus ilusiones, mayormente de
forma pasiva, y estos momentos de pasividad (incluyendo los contenidos) puede
recordarlos después.
Un paciente embriagado, tiene un ligero
entorpecimiento y su actividad psíquica alterada, es decir se encuentra
alterado del animo, la imaginación y locuacidad se encuentran fuera de sus
carriles. Hay presencia de fuga de ideas. Por lo general, el ebrio se siente
transportado a un mundo peregrino, que según el maestro, es libre y dueño de la
situación. Por lo tanto, el paciente ebrio está desinhibido. Estas situaciones
son bien conocidas por ser producidas por sustancias toxicas, que involucran a
la toxicomanía y psicosis alcohólicas, tema de gran interés en la segunda parte
del Curso de Psiquiatría.
Un paciente en estado crepuscular, es un
paciente que conserva la coherencia y que por lo tanto a simple vista no
parecen estar alterados. Sin embargo, cuando se establece la relación con el
sujeto, se observa limitaciones en las ideas, desconectadas hasta cierto punto
de la vida psíquica, tal como lo señala don Honorio Delgado. Estos pacientes
pueden cometer ciertos actos excesivos, hasta cierto punto inmorales, y al
momento de cometerlos, los pacientes lucen lucidos, pero en la exploración
responden a cierto “sonambulismo”. Citando a Kleist, el maestro menciona varios
tipos de estados crepusculares como son: el estado alucinatorio, agitado y
perplejo, el psicomotor y el estado dominado por las ideas de referencia. Muy
rara vez, este estado es puro, es decir es difícil de hallar un paciente con un
estado crepuscular único. Estos pacientes se encuentran crepusculares adjuntos
a otra patología. Estos estados pueden durar de minutos a semanas y
generalmente se presentan en patologías como la histeria o las epilepsias.
En el paciente con delirio, hay un
anublamiento de la conciencia de tomar en cuenta, que involucra intranquilidad,
desenfreno con los sentimientos, inestabilidad emocional y fantasías profusas.
Hay la presencia de alucinaciones como de ilusiones. El delirante es participe
de las escenas que produce la mente, de manera que el mismo es incapaz de poder
impedir que estas escenas dejen de ocurrir. Ello incluso podría poner en riesgo
la vida del paciente con delirio. A diferencia de otros tipos de anublamiento
de la conciencia, el delirio si deja amnesia. Según la naturaleza del delirio,
el maestro lo clasifica en: delirio prodrómico (inicial), delirio de
defervescencia, delirio de colapso, delirio por inanición, delirio asténico,
delirio tremens (o delirium tremens). Existe una forma de delirio, denominada
delirio profesional, donde el individuo se sitúa en el trabajo o en su oficio.
Los estados febriles, son también causa de delirio, como también los eventos
post-operatorios en ciertos pacientes hospitalizados. Generalmente, esta
temática psicopatológica se encuentra mejor detallada en el área de la
psiquiatría de enlace, donde el vinculo con la hospitalización y la patología
mental es tema de interés y de investigación en el médico.
En el caso de la alucinosis aguda, también
involucra una cierta anormalidad de la conciencia, que puede parecer lucida, de
escasa desorientación, en el que existen alucinaciones principalmente
auditivas. Hay presencia de ideas de referencia, que esbozan un estado
persecutorio, con angustia y nerviosismo característico.
Finalmente mencionar, la escuela francesa
llaman confusión mental lo que los alemanes denominan amencia. Este concepto se
define como un anublamiento de la conciencia que engloba un pensamiento
embrollado (lleno de ideas inconexas que a la simple audición es incoherente),
perplejidad, ilusiones y alucinaciones, y estado afectivo inestable. En este
caso, el anublamiento y la desorientación no son profundos y pueden variar;
pero lo que si es clásico es la incoherencia. Esta se caracteriza por juicios
falsos y fragmentarios. El estado de animo en estos pacientes es excitable,
inquieto y con tendencia al llanto. La expresión es locuaz, es decir el
paciente característico desea hablar de forma profusa, sin caer en el vicio de
entender que necesariamente ello involucra fuga de ideas. Otra característica
importante y distintiva es el caso de la perplejidad que el paciente posee al
no poderse acercar a la realidad. En estos casos, los sujetos con amencia, solo
poseen recuerdos de lo que han vivido, e incluso el sujeto recuerda impresiones
aisladas, sin la capacidad de poder recordar toda la eventualidad. Este tipo de
confusiones se observan en las mismas patologías que presentan delirio,
mayormente (según el maestro) se presentan en psicosis sintomáticas.
Aún podría hablar sobre anormalidades del pensamiento de Honorio? Saludos
ResponderBorrar